El cerebro siempre lee el lenguaje más fuerte, pero para esto debemos saber que el 50 % de lo que decimos se dice con el cuerpo, el 33 % el tono de la voz y el 17 % las palabras, para cualquier aspecto de nuestras vidas debemos empezar a dominar el lenguaje corporal pero también a leerlo, esto mejorará las relaciones personales, cuando estamos buscando un ascenso, un trabajo, cerrar un negocio, etc., debemos hacerlo siendo conscientes de lo que estamos haciendo. La forma en que caminamos, saludamos, nos expresamos, en que momento debemos comunicar sutileza y en qué momento debemos expresar firmeza o poder. Evaluemos cuando nuestros niños nos piden un permiso o que les compremos algo, allí podemos aprender mucho de comunicación no verbal. Esto es el 50 % por eso es superimportante. Algunos de ustedes pueden empezar a preguntarse por qué les cuesta tanto conseguir un trabajo, ahora tienen una respuesta, a esto súmenle experiencia laboral, estudios y demás.
El 33 % que corresponde al tono de vez debe expresar realmente lo que necesitamos, debemos ser enérgicos si queremos conseguir algo, expresar confianza y amabilidad; no podemos conseguir algo si mi cuerpo y mi tono registran hostilidad, deben ser acordes a la situación. Ahora, volviendo al caso de la búsqueda del empleo, si en la entrevista mis respuestas no son las acertadas y a esto le sumo el tono de mi voz, mi actitud y el lenguaje corporal, nos podemos dar cuenta de que estamos bloqueando toda posibilidad. Ahora bien, las palabras corresponden al 17 % de lo que deseamos lograr, pero debemos tener presente que la palabra es poder, se convierte en acción, por eso, por ejemplo, si estamos empezando un negocio es normal sentir miedo o temor a que nos digan que no, si nuestra actitud, nuestra mentalidad y nuestras palabras no son positivas muy seguramente el negocio va a empezar con muchas trabas o incluso que no logremos nada, el poder de la palabra construye o destruye, debemos cuidar nuestras palabras cuando hablamos con los demás y cuando hablamos de los demás. Cada palabra hace que en nuestra mente se instale ese programa del que tanto hablamos, amor u odio, felicidad o tristeza, paz o intranquilidad, riqueza o pobreza. Ahora pregúntate, ¿por qué tienes la vida que tienes? y ya sabes la respuesta, porque cada uno piensa y declara lo que quiere para su vida.
Para complementar esta lectura te recomiendo evaluar ¿Cómo te perciben los demás? o también preguntarte ¿cómo enfrentas las situaciones de la vida?
Para complementar esta lectura te recomiendo evaluar ¿Cómo te perciben los demás? o también preguntarte ¿cómo enfrentas las situaciones de la vida?
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