El tiempo es uno de los recursos más importantes en toda compañía y para toda persona.
Todos contamos con la misma cantidad de tiempo para realizar nuestras actividades personales, laborales y académicas, todos disponemos de las mismas 24 horas diarias, pero, ¿por qué las personas exitosas logran hacer mil veces más cosas de las que hacemos los demás? La respuesta es muy sencilla y se divide en varios factores, desde realizar una sola actividad a la vez hasta permanecer concentrados por largas jornadas, permitiendo así, avanzar exponencialmente en el desarrollo de estas.
Lo primero que debemos preguntarnos es si tenemos claro el objetivo específico, es decir, no solo el objetivo de la actividad que quieres desarrollar, sino de todo el conjunto de actividades que te permiten lograr el objetivo general.
Debes tener clara la dirección del proyecto, o en este caso de la actividad, que quieres desarrollar, plasmando cómo vas a realizarlo, cuándo, por qué, cuál va a ser el presupuesto en tiempo y en dinero para realizar la actividad, tener presente que herramientas son necesarias y lo más importante, la fecha de finalización. Si no le pones una fecha de terminación a cada objetivo o tarea es muy frecuente que nunca se logre o que definitivamente te demores demasiado en lograrlo, generando una pérdida de tiempo que afectará el lapso que debías dedicar a otras actividades, haciendo que tengas que resolver una más urgente de manera más rápida y con la posibilidad de cometer un error.
¿A qué hora empiezas tu día? Es otro de los factores que debes tener en cuenta para aprender a gestionar tu tiempo, de nada servirá levantarte muy temprano si no tienes objetivos y planeación de tu día, empezarás a dar vueltas buscando qué hacer, si planeas tu día e inicias muy temprano a desarrollar estas actividades tratando de regirte al máximo a los tiempos estimados en tu planeación, muy probablemente al final del día habrás ejecutado más de lo que esperabas y con mejores resultados. Siempre debes organizar tus tareas dándole prioridad a las que son muy urgentes y muy importantes como primer paso, son las que debes realizar inmediatamente; en un segundo paso a las que son menos urgentes pero muy importantes, pueden ser planificadas; un tercer paso las que son muy urgentes pero menos importantes, podrías incluso delegarlas y por último las que son menos importantes y menos urgentes que las demás, podrían postergarse o incluso ser eliminadas.
Dedicarse a muchas tareas a la vez evitará que puedas llevar a cabalidad al menos una de estas, te tomará mucho más tiempo ejecutarlas todas de esta manera, es muy recomendable establecer hasta qué punto de una tarea específica vas a llegar y en qué tiempo lo vas a lograr, luego repetir este proceso con la siguiente tarea.
El hecho de cumplir cada tarea te generará una experiencia de satisfacción, el efecto contrario pasará al no cumplirlas, tener un gran acumulado de actividades sin realizar nos generan un alto estrés, acarreando problemas de salud, frustración, impaciencia, ansiedad, afán, se pierden de vista los objetivos, se cometen errores, entre otros. Ahora, a todo lo anterior tendremos que responder trabajando más horas, trabajar más deprisa, pensar en que lo haga otra persona, posponer tareas, etcétera.
Gestionar el tiempo significa dominar el propio tiempo y trabajo, en lugar de ser dominado por ellos. Es una de las claves para alcanzar los objetivos y metas propuestos, pero para lograrlo debes dejar de lado la procrastinación, tener voluntad para iniciar la actividad y dar continuidad hasta terminar el requerimiento, interiorización, para poder detectar las razones por las que pierdes el tiempo, ser consciente de esto y empezar a trabajarlo, automotivación para alentarte a seguir adelante y conseguir las mejoras propuestas.
Cumplir a tiempo con una simple actividad te va formando para poder cumplir con tus objetivos de vida, forjará tu carácter para ser una persona disciplinada y ejemplar.
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